Ir al contenido principal

Porque esos ojitos verdes solo saben hacer daño

Tus planes se fueron al traste cuando la conociste. Ella tenía los ojos demasiado rojos de tantos vicios caros que se pagaba a base de escapadas nocturnas y de bar en bar. Ella supo volverte salvajemente loco a pesar de que nunca habías buscado un abismo con su firma. Ella consideraba que ni las estrellas estaban lo suficientemente lejos ni los sueños lo suficientemente altos como para no alcanzarlos jamás. Quien lo iba a decir, pero su amor platónico siempre fue Peter Pan y su lema: no crecer nunca. Sabes más que de sobra que te llevó por el mal camino, que tú también caíste en sus vicios y pagaste un precio demasiado alto. Y al final, ¿para qué? Si ella te dejó en la estacada tantas veces que ya perdiste la cuenta y sus labios siempre sabían a otras bocas y su piel a otro par de manos y así una y otra vez. Ella había visto más constelaciones de lunares que de estrellas. Y aun así acabó siendo todo en tu vida, campeón. Ella y su cigarrillo de después del polvo, de reconciliación o por pura necesidad. Terminaste hasta las trancas de sus tacones. De sus vestidos cortos. De sus pantalones rotos a mordiscos los sábados y de su mal humor los domingos de resaca. Terminaste borracho del antojo, que tenía en lo más bajo de su espalda, en forma de corazón. Y de cada una de sus sonrisas. Te creíste una por una las palabras que soltaba por la boca con pinta de promesas algo vacías y disfrazadas de para siempres. Hasta que los para siempres fueron tantos que perdieron toda la credibilidad. Para entonces tú ya te estabas echando a perder pero también estabas echando el resto porque no podías dar más de ti. Ella te pedía espacio que dedicaba a otras camas mientras a ti te taladraba su ausencia. Nadie te advirtió que esos ojitos verdes enrojecidos por tantas promesas baratas no sabían hacer otra cosa que daño y escondían un buen puñado de derrotas.

http://enmitaddelcielo.blogspot.com.es/2014/08/mas-follar-y-menos-odio-en-tu-mirada.html

Comentarios

Entradas populares de este blog

Colección de imposibles

A veces nos olvidamos de soñar. Ahora que todo en la vida cuesta dinero, olvidamos que nuestros sueños son lo único que nos pertenece a nosotros solos. Y que somos nosotros, como únicos propietarios quienes podemos compartirlos con cualquiera. Olvidarse de soñar es como apagar el Sol. Es una fomra muy miserable de autodestruirse. Soñar significa que aún estás vivo, que aún no han podido contigo, que te lo han quitado todo, menos las ganas de seguir jugando. Hasta los peones tienen posibilidad de convertirse en reyes y quién te dice a ti que ella no puede ser tu reina. Si se deja de soñar, se deja de luchar. Nadie puede luchar por otra persona eternamente sin recibir algo a cambio. Nadie puede soñar por ti y mucho menos hacer tus sueños realidad. Una partida de ajedrez no se termina cuando se coloca al rey entre la espada y la pared, ni cuando se le deja solo, ni mucho menos cuando pierde a su reina; termina cuando se rinde, cuando prefiere morir a seguir defendiéndose. Si inve...

Y que te haces autofotos colocando los morritos como si fueras un pez

Esta noche está dispuesta a todo. Ha soltado las gafas de sol y los pitillos negros y los ha cambiado por un ajustado y corto vestido. Ha tirado la timidez y los complejos y los ha metido a presión y bajo llave en un antiguo baul que no sabía ni que existía.  Se ha retratado en el espejo sin una pizca de maquillaje y se ha visto rompedora. Ha sonreido como no lo hacía en años. Se ha puesto los tacones más altos sabiendo de antemano que mañana se verá igual de guapa en sudadera y deportivas. Está decidida a ver el mundo con otros ojos y para ello tiene que empezar por si misma.  Ha recogido los pedazos de hombres lobo que va soltando la luna llena y se los ha puesto a modo de amuleto. Ha besado su collar de la suerte suspirando mientras anochecia y ha pedido, no uno, sino siete deseos como los enanitos de aquella princesa Disney. Ha salido a la calle mordiendo el polvo y las heridas para poder ponerse en pie y ahora se siente como nueva mirando casi como si ella sola pudier...

ALAS

Porque avanzo más deprisa andando en círculos entre tus piernas, cuando el mundo es más chiquitito ahí, bajo nuestra manta de amaneceres. Allí, tu risa hace crecer alas. El tiempo más bonito es el que detenemos. Y los besos de película, se ruedan sin cámaras. Porque tienes lunares en forma de sueños que llevan mi firma. Y eso, cariño, ha iluminado muchos nubarrones. Porque cuando ríes, ríe Madrid y se quedan mudos los atardeceres. VECA