Hace tiempo que dejó de creer en los cuentos de hadas, en los príncipes azules y en hadas madrinas. Hace tiempo que cambió los "para siempre" por "para un rato" y los finales felices por finales alternativos.
Hace tiempo que aprendió que es muy difícil enamorarse de la persona adecuada y que no vale la pena luchar por amor.
Simplemente, hace tiempo que perdió la fe y las ganas.
Ya no busca príncipes eternos sino juglares de una noche. Ya no quiere abrazos para prometer amor sino para protegerla del frío una mísera noche de invierno. Ya no quiere más lágrimas por querer demasiado, sino por reír mucho.
Se ha decantado por vestidos cortos las noches más frías y por sonrisas arrebatadoras que ocultan una autoestima que planea a la deriva cerca del suelo. Las pinturas de guerra muerden sus cicatrices, ni perdona ni olvida. Los tacones son altos pero ni con esas llega a las nubes. Le da vértigo volar. Nunca se ha visto guapa aunque tiene los ojos color café más bonitos del mundo.
Tiene tantos complejos como lunares en la espalda.
Y no hace falta más que ver que ha perdido una a una sus sonrisas de fábrica en cada tropiezo.
Comentarios
Publicar un comentario