
Quieres escapar de todo porque ahora todo va mal. Porque al final has abierto los ojos y has descubierto que las películas de princesas son tan solo eso, películas. Que perdiste el culo por el primer príncipe con complejo de tipo duro que encontraste y te rompió el corazón. Así que ahora prefieres capullos de una noche que echarte a llorar cada dos por tres por el mismo. Que el sexo sin amor es incluso más divertido que esos besos que te daba él y luego se olvidaba de ti. Que sus para siempre no valían una mierda y que te hiciera sentir una reina para después dejarte colgada cada tarde no valía la pena. Que ni él mereció nunca tus locuras ni tú las rayadas que te fumabas con la almohada cada noche. Porque siempre era lo mismo, él te decía que te quería y tú le creías siempre. Por eso durasteis nada y menos. Por eso él se ha quedado solo y tú tienes el mundo bajo tus pies. Porque él no supo llevarte y tú detestas las cadenas.
Así que déjate llevar. Tú, que nunca has sido de coronas ni de tacones ni de vestidos cortos no podías permitir que alguien te atase. Eres una jodida locura y cada uno de los que te dicen que cambien no merecen formar parte de tu vida. Porque tú, tal como eres, has sabido encender calles y calles con sonrisas y enamorar pianistas con tus mejillas coloradas. Has sabido pisar fuerte y ni él ni nadie debería tener el poder de cortarte las alas.

Si quieres ser un pequeño terremoto nadie va a impedirtelo. Porque las hadas madrinas no existen. Y tu vida te la creas tú, no los demás. Corre, salta, bebe, fuma, haz el amor, gánate o échate a perder. Tú decides. Pero que nadie se atreva a pararte los pies. Tropieza con la misma piedra tantas veces como te de la gana y aprende de los fallos. Maduraras con el tiempo, con los daños y con la gente que tengas alrededor. Pero si él no quiere seguir ahí, es su problema, no el tuyo.
Además, no tardará mucho en arrepentirse de no haberte valorado en su momento.
Comentarios
Publicar un comentario