Ir al contenido principal

RESCATE DE HUIDA


Me he empapado de ti
supongo que porque contigo
la tormenta no precede a ninguna calma.
Tenía que haberlo aprendido ya,
pero es mimarte y se me pasa.
He perdido tu magia en el rincón de los descuidos.
Estoy segura de que solo es cuestión
de caída de granos de arena
que te pierda a ti también.
Que lamentable final el nuestro ¿no crees?
Somos espectadores
y a la vez protagonistas
de nuestra propia debacle.
Veo como nuestros pies descalzos se acercan al precipicio
con intenciones suicidas
y solo tengo ganas de escupir el corazón por la boca
y lanzarlo contra tu afilada y mutilante sonrisa
para ser yo el primero en romperlo
y así por una vez, ser por fin yo
quien se adelante a tus acontecimientos.
Te queda tan mal el disfraz de enemigo,
que aún estamos a un par de granos de reloj
de desnudarnos.
Me dices que a mi lado solo sientes invierno.
Y eso, te juro que me ha dolido más que tu sonrisa de fábrica
cuando ya no está orientada hacia mí,
porque yo, a tu lado, no he dejado de sentir primaveras.
Me hallo en la encrucijada más desgarradora de toda mi poesía.
¿Unirme al enemigo o hacerle frente?
¿Te quiero o te…?
Qué más da,
de ambas formas voy a quedar reducido a versos libres.

No pienso dejar que me mueras.
Como tampoco voy a pagar rescate de huida.
Ni voy a llevar flores a mi propia tumba.
Ni tan siquiera voy a pedirte que me malquieras un poco más.

Hace dieciocho años que malvivo de la vida.
Tampoco me he echado a ganar demasiado estos años estando contigo.
Aprieta el gatillo contra nuestro amor si es lo que quieres.
Si es en lo que crees ahora.
No voy a desamarte.
Pero no esperes que corra a pegar los pedazos de tu crimen,
me salpique con la mierda y la sangre
y luego me eche el muerto a las espaldas.

Voy a buscar un poeta,
que al menos en las curvas finales de nuestro cariño,
sepa pintar de arcoíris el cadáver de nuestros corazones.
VECA

Comentarios

Entradas populares de este blog

Colección de imposibles

A veces nos olvidamos de soñar. Ahora que todo en la vida cuesta dinero, olvidamos que nuestros sueños son lo único que nos pertenece a nosotros solos. Y que somos nosotros, como únicos propietarios quienes podemos compartirlos con cualquiera. Olvidarse de soñar es como apagar el Sol. Es una fomra muy miserable de autodestruirse. Soñar significa que aún estás vivo, que aún no han podido contigo, que te lo han quitado todo, menos las ganas de seguir jugando. Hasta los peones tienen posibilidad de convertirse en reyes y quién te dice a ti que ella no puede ser tu reina. Si se deja de soñar, se deja de luchar. Nadie puede luchar por otra persona eternamente sin recibir algo a cambio. Nadie puede soñar por ti y mucho menos hacer tus sueños realidad. Una partida de ajedrez no se termina cuando se coloca al rey entre la espada y la pared, ni cuando se le deja solo, ni mucho menos cuando pierde a su reina; termina cuando se rinde, cuando prefiere morir a seguir defendiéndose. Si inve...

Y que te haces autofotos colocando los morritos como si fueras un pez

Esta noche está dispuesta a todo. Ha soltado las gafas de sol y los pitillos negros y los ha cambiado por un ajustado y corto vestido. Ha tirado la timidez y los complejos y los ha metido a presión y bajo llave en un antiguo baul que no sabía ni que existía.  Se ha retratado en el espejo sin una pizca de maquillaje y se ha visto rompedora. Ha sonreido como no lo hacía en años. Se ha puesto los tacones más altos sabiendo de antemano que mañana se verá igual de guapa en sudadera y deportivas. Está decidida a ver el mundo con otros ojos y para ello tiene que empezar por si misma.  Ha recogido los pedazos de hombres lobo que va soltando la luna llena y se los ha puesto a modo de amuleto. Ha besado su collar de la suerte suspirando mientras anochecia y ha pedido, no uno, sino siete deseos como los enanitos de aquella princesa Disney. Ha salido a la calle mordiendo el polvo y las heridas para poder ponerse en pie y ahora se siente como nueva mirando casi como si ella sola pudier...

ALAS

Porque avanzo más deprisa andando en círculos entre tus piernas, cuando el mundo es más chiquitito ahí, bajo nuestra manta de amaneceres. Allí, tu risa hace crecer alas. El tiempo más bonito es el que detenemos. Y los besos de película, se ruedan sin cámaras. Porque tienes lunares en forma de sueños que llevan mi firma. Y eso, cariño, ha iluminado muchos nubarrones. Porque cuando ríes, ríe Madrid y se quedan mudos los atardeceres. VECA