Ir al contenido principal

La vida es bella

La vida es una sucesión de casualidades.
La vida es un sucesión de casualidades inesperadas que iluminan tu camino.
La sucesión de casualidades inesperadas que iluminan tu camino son errores al noventa por ciento.
Los errores, que son el noventa por ciento de las casualidades inesperadas que iluminan tu camino, te salvan la vida.
Te salvan la vida los errores para bien o para mal.
Para bien o para mal, te salvan la vida los errores que iluminan el noventa por ciento de tu camino.
La diferencia entre el bien y el mal es relativo.
Tan relativo como que noviembre es frío en comparación con julio, pero ¿y en comparación con enero?
Amar u odiar, es bueno o malo, según muchos segunes.
El según más importante es el que responde al quién y no al cómo.
Porque el cómo es tan relativo como los sentimientos.
No solo se puede querer bien o mal. No solo se puede odiar bien o a medias. También se puede querer como uno sabe. Y odiar como uno sabe.
Yo quererte, no sé si bien o mal. Yoodiarte, no sé si bien o no
Solo sé que sé hacerlo.
De la mejor forma que sé es como lo hago.
Sin yugos. Sin testigos innecesarios.
El ahora es consecuencia de las acciones pasadas.
Eso no conlleva madurar, eso no conlleva ser mejores. Solo seguir en pie.
Y mientras se siga en pie ningún fallo será al cien por cien fallo; ni ningún acierto, al cien por cien acierto.
Pues todo es relativo.
Hasta la forma en la que sé que puedo amarte, que para algunos será amor del bueno y para otros el mayor de los castigos.

http://enmitaddelcielo.blogspot.com.es/2014/01/el-amor-no-es-un-error.html

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Colección de imposibles

A veces nos olvidamos de soñar. Ahora que todo en la vida cuesta dinero, olvidamos que nuestros sueños son lo único que nos pertenece a nosotros solos. Y que somos nosotros, como únicos propietarios quienes podemos compartirlos con cualquiera. Olvidarse de soñar es como apagar el Sol. Es una fomra muy miserable de autodestruirse. Soñar significa que aún estás vivo, que aún no han podido contigo, que te lo han quitado todo, menos las ganas de seguir jugando. Hasta los peones tienen posibilidad de convertirse en reyes y quién te dice a ti que ella no puede ser tu reina. Si se deja de soñar, se deja de luchar. Nadie puede luchar por otra persona eternamente sin recibir algo a cambio. Nadie puede soñar por ti y mucho menos hacer tus sueños realidad. Una partida de ajedrez no se termina cuando se coloca al rey entre la espada y la pared, ni cuando se le deja solo, ni mucho menos cuando pierde a su reina; termina cuando se rinde, cuando prefiere morir a seguir defendiéndose. Si inve...

Y que te haces autofotos colocando los morritos como si fueras un pez

Esta noche está dispuesta a todo. Ha soltado las gafas de sol y los pitillos negros y los ha cambiado por un ajustado y corto vestido. Ha tirado la timidez y los complejos y los ha metido a presión y bajo llave en un antiguo baul que no sabía ni que existía.  Se ha retratado en el espejo sin una pizca de maquillaje y se ha visto rompedora. Ha sonreido como no lo hacía en años. Se ha puesto los tacones más altos sabiendo de antemano que mañana se verá igual de guapa en sudadera y deportivas. Está decidida a ver el mundo con otros ojos y para ello tiene que empezar por si misma.  Ha recogido los pedazos de hombres lobo que va soltando la luna llena y se los ha puesto a modo de amuleto. Ha besado su collar de la suerte suspirando mientras anochecia y ha pedido, no uno, sino siete deseos como los enanitos de aquella princesa Disney. Ha salido a la calle mordiendo el polvo y las heridas para poder ponerse en pie y ahora se siente como nueva mirando casi como si ella sola pudier...

ALAS

Porque avanzo más deprisa andando en círculos entre tus piernas, cuando el mundo es más chiquitito ahí, bajo nuestra manta de amaneceres. Allí, tu risa hace crecer alas. El tiempo más bonito es el que detenemos. Y los besos de película, se ruedan sin cámaras. Porque tienes lunares en forma de sueños que llevan mi firma. Y eso, cariño, ha iluminado muchos nubarrones. Porque cuando ríes, ríe Madrid y se quedan mudos los atardeceres. VECA