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Mostrando entradas de mayo, 2014

El idioma de los dioses

Y entonces la música dice por ti, lo que tú jamás te atreverías a confesar. La música es y será esa arma de doble filo que te cura y te envenena por igual. Que se disfraza por y para ti, cumpliendo deseos. Que llega en el momento exacto y te arrastra y protege con la misma fuerza devastadora. Que esconde y libera. Que atrapa y calla. Que no te deja nunca. Que está siempre ahí y saca de nosotros lo mejor. Nos muestra tal y como somos. Nos hace vulnerables, nos hace fuertes. Nos hace suyos, a la vez, que ella no deja de ser nuestra. Ella, que es la única que nos ha visto por los suelos y ha sabido levantarnos más invencibles que antes. Ella, que con su sola presencia hace que las horas corran. Ella que es la magia de nuestras vidas. Ella, que es la banda sonora del mundo. VECA

Aunque el frío no se va, lo que importa es el presente

Ella nunca tuvo el tiempo suficiente de mirar las cosas con un poco más de calma. Era un intento de terremoto en pleno éxtasis con tacones y vestidos cortos que quitaban el hipo. Nunca se preocupó por nadie, excepto por ella misma por eso la gente que solía llamar amigos no eran más que compañeros de borracheras que querían desgastarla más los labios que oirla hablar de sueños. Jamás se planteó que ese modo de vida no era el correcto, pues mientras pudiera pagarse sus vicios caros no había nada de lo que preocuparse. En realidad ella se quedó enamorada de Peter Pan, de los para siempre y de los nunce te dejaré sola; hasta que Peter creció, los para siempre comenzaron a durar una semana y en las ocasiones más complicadas se encontró más sola que la una. Dejó de mostrar lo que ella entendía como debilidades a los demás, se pintaba sonrisas todos los lunes por la mañana antes de ir al instituto aunque por dentro tuviese unas ganas locas de llorar. Se sentía pequeña pero por fuera siempre...

Si catorce vidas son dos gatos aún queda mucho por vivir

Ella es de esas que se ríe por tonterias pero nunca pilla un chiste fácil. De las que se ilusiona por cualquiera y no se enamora de ninguno. De esas que prefiere ir descalza por casa, despertarse tarde y desayunar metida en la cama. Es más de abrazos en enero que de besos por San Valentín. La verdad es que nunca le han gustado las fiestas destacadas en el calendario. Es más de regalar y sorprender a que la regalen decepciones. Es de coleccionar derrotas por doquier pero también cuenta con alguna que otra victoria. Es de saltar precipicios antes de estar a tres metros sobre el cielo, porque siempre ha preferido al macarra de turno que al príncipe azul. De Disney solo se llevo ese "hasta el infinito y más allá" y a Peter Pan. Nunca ha querido crecer y ahí sigue, como una cría, saltando y gritando por la calle. Con los labios rojos y los ojos a juego. Siendo feliz como ella sola sabe. Con su gente no necesariamente de toda la vida. Solo con los que han sobrevivido con los año...

Te me has calado hasta los huesos y esto acaba de empezar.

Recuerdo que fuiste tú quien me dijo que el pintalabios lo perdiera en tus camisas y no en cualquier boca. Fuiste tú quien me negaste la luna y a cambio me alquilaste las estrellas. Fuiste tú quien montó el campamento base en mi cama y utilizaste el edredón para guardar las estrategias más oscuras. Decoraste las paredes con nuestras fotos y nuestras peleas. Y dejaste en mi escritorio notas y buenos días, princesa, a su suerte. Tiraste por suelo millones de recuerdos. Pintaste todo con colores chillones para que las cosas dolieran menos. Y ahora que te has ido, me explicas dónde queda todo eso. Dónde escondo las notas y los mensajes. Dónde pierdo las estrellas, dónde robo la luna. Sabes, he decidido tirar el pintalabios rojo en alguna esquina y revender sus pedazos a cualquiera. He decorado mi mundo de color pastel, porque simplemente me gusta más así. Me he rodeado de los mejores vicios caros, pero ahora ya no llevan ni tu nombre, ni tus ganas. He cambiado las sábanas y los recue...

Quererte a medias

Decoraste mis paredes con tus besos. Bajaste las persianas y encendiste mi sonrisa. Desjaste que lo único que nos calentara en los días fríos fuesen nuestras manos. Olvidamos la ropa en el descansillo y la timidez en el garaje. Nos dejamos comer y deborar. Nos volvimos indomables. Tú plantaste las trincheras en mi cama y yo me fui a la guerra contigo. Las pinturas de guerra se borraban con el sudor que caía cada vez que nuestras miradas se encontraban. Nuestros inviernos eran los más calidos de toda la ciudad, nuestro veranos eran playas sin mar. Y ahí estábamos, tú y yo, dos locos que se querían o al menos, soñaban hacerlo. Y de fondo nuestra canción, esa que decía que los imposibles solo existían en tu imaginación y que razón tenía... Mis medias mordidas junto a tus desportivas a los pies del colchón... Y luego todo se vino abajo, como un castillo de naipes en medio de un huracán, como un castillo de arena en mitad de un tsunami. No fue suficiente querernos a medias. Ni siquiera a m...

Todo, pero contigo

Ahora me dices que vas a saltar porque las cosas no han salido como tú querías. Es lo que tiene planear cada detalle de la vida, que ésta tiene un capacidad pasmosa de sorprenderte. Dices que se acabaron los besos bajo la lluvia y los bailes en la terraza. Que hemos crecido y que ya no se ve bien gritar por la calle o saltar de baldosa en baldosa por las aceras. Opinas que madurar es hacerse un hombre y que por eso mismo me dejas atrás, porque yo no me estoy haciendo una mujer y sigo como una cría cantando con las amigas y vistiendo como me da la gana. ¿Sabes cuál es tu problema? que tienes ganas de saltar porque no tienes la vida para la que te han educado, pero es que esa vida no existe. La vida es un camino en blanco, no hay pasadizos, no hay bosques frondosos, hay lo que tú quieres que haya. El camino lo haces tú, por eso la vida no es la es tu. Es tu vida y si quieres dejarme atrás, adelante, no voy a impedírtelo. Pero no voy a dejar que eches por tierra todos tus sueños, ni que ...

Colección de imposibles

A veces nos olvidamos de soñar. Ahora que todo en la vida cuesta dinero, olvidamos que nuestros sueños son lo único que nos pertenece a nosotros solos. Y que somos nosotros, como únicos propietarios quienes podemos compartirlos con cualquiera. Olvidarse de soñar es como apagar el Sol. Es una fomra muy miserable de autodestruirse. Soñar significa que aún estás vivo, que aún no han podido contigo, que te lo han quitado todo, menos las ganas de seguir jugando. Hasta los peones tienen posibilidad de convertirse en reyes y quién te dice a ti que ella no puede ser tu reina. Si se deja de soñar, se deja de luchar. Nadie puede luchar por otra persona eternamente sin recibir algo a cambio. Nadie puede soñar por ti y mucho menos hacer tus sueños realidad. Una partida de ajedrez no se termina cuando se coloca al rey entre la espada y la pared, ni cuando se le deja solo, ni mucho menos cuando pierde a su reina; termina cuando se rinde, cuando prefiere morir a seguir defendiéndose. Si inve...

Paréntesis

Ahora que te has ido, he comprendido una cosa: la mala de la película no es la muerte, es la vida. Ella te puso delante de mí, ella me enseñó a quererte pero no a echarte de menos. Ella procuró que estuvieses cerca de mí, que no pasase más de dos noches sin hablar contigo. Ella te dio las herramientas para hacerme reír y a mí para curarte cuando caías. La vida nos lo dio todo, porque todo lo que yo necesitaba eras tú. Y quizás no supe valorarlo lo suficiente. Ahora sé que la vida se ríe de mí. Por eso sé que está sobrevalorada, la vida no es maravillosa, la vida no es una colección de colores brillantes, ni una cadena de sonrisas, ni un cúmulo de sueños; la vida es una tramposa con piel de cordero. La vida juega a echarle la culpa a la muerte mientras se burla de nosotros. Ella se lleva las glorias, pero la muerte no nos miente. La muerte llega y se va, la muerte es sincera. La vida se construye sobre castillos en el aire, la muerte sobre realidades. Y la culpa es nuestra por ...