Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2014

Hay un arcoíris blanco y negro ahora en cada habitación

Tu oscuridad fue mi mayor guerra, ahora el enemigo duerme en mi cama. Pero ya no hay categorías, porque tu sueño es la paz que nos volvió aliados. Ya no hay trincheras y del único campo de batalla que aún permanece aquí no podemos salir heridos de muerte, pero sí melheridos a bocados. Voy a arrojar luz en tus heridas, para que los fantasmas se sepan descubiertos. Venga, duerme toda la noche, y que tu calor vuelva verano cada uno de mis inviernos. Eres lo único que no resta en mi vida. Voy a cudiarte, con el miedo que eso me ha producido siempre, pues conmigo misma he dejado mucho que desear. Solo te pido una cosa a cambio, si vas a huir hazlo ya, los para simpre están muy sobrevalorados pero no tengo ganas de estrellar mi corazón contra un muro de hormigón nuevamente, aunque sea tu muro de hormigón. Quítame el miedo a quererte, pero no me malacostumbres a tu compañía. No soy tan fuerte como he intentado hacerte ver, el hielo se derrite, pero lo que deja a su paso está averiado. No esp...

Los besos siguientes fueron hoy

Y esas putas mariposas en el estómago otra vez, como hace unos años. Como cuando quería comerse el mundo y saltar sobre nubes de algodón de azúcar y cursilerias de esas. Ahora se le quiere comer a él y saltar- a ser posible- sobre sus caderas. Ahora todos dicen que es fácil y que vale demasiado la pena, no como ayer, que lo único que querías saber tú de ella era la fecha exacta de su huida o si simplemente iba a marcharse para no volver. Ya no cambia besos por rosas ni se hace autofotos- selfies- colocando los morritos (ya sabes) como si fuera un pez. Hoy sus labios no son tu maldito cementerio de besos ni necesita otras sonrisas- y en especial la tuya- para sonreír, porque ha aprendido (y muy bien) a hacerlo solita. Has dejado de ser un vicio de su lista que ahora encabeza él. Y tus buenos días se quedan en nada al compararlos con como se los hace él. Ya sabes, el tiempo no espera, y ella tampoco (lo hizo, pero hasta el corazón tiene un límite para ser pisoteado). Y tus caricias bar...

Oigo orgamos en tu cielo

Dímelo al oído o con la mirada o incluso con silencios. Así hablamos nosotros, sin necesidad de palabras. Rózame la nuca con el pulgar mientras me atraviesas con los ojos y sacas de mí todo lo que me asusta. Cuando las cosas pintan feas en mi mundo me abres la puerta al tuyo, así de fácil, me cuelo entre las sábanas de tu habitación y dejo que las notas que respira tu guitarra me acunen hasta espantar todos mis fantasmas.  Yo voy a decírtelo muy bajito, no hay manos que curen como lo hacen las tuyas, ni verano más largo a tu lado, ni inviernos sin ropa si me faltas tú. Podría darte las gracias por rehacer mi vida o dedicarte un par de versos pero no es necesario porque últimamente no hay poesía sin ti, ni canciones que no terminen en tu colchón. Vamos a guardar en el baúl de la memoria las caricias y los besos. Para revivirlas cuando nuestros cuerpos no estén lo suficientemente cerca como para poderse sudar. Voy a darte de mí lo que por nadie más arriesgaría y sé que tú harás ...

Rompamos juntos la barrera del sonido

Voy a escribirte un verso por cada acorde que me dedicaste. Voy a borrar el surco que hay de mi cama a la tuya para que nadie más descubra nuestra trinchera. Cierra los ojos e imagina la locura que en tus labios voy a hacer. Quiero no echarte de menos y lo único que quiero echarte de más son polvos. No creo en los " para siempre ", pero creo en ti y en hacerte feliz. No hay nada que perder a tu lado, porque no necesito cosas materiales si estamos juntos. Así que hazme reír y córreme el rímel de risa y el carmín a base de besos. Eres un cordero con piel de lobo de cara al mundo y tu kriptonita soy yo. Soy las fauces que te comen de noche mientras te conviertes en lobo con piel de cordero. Viviendo al día, enganchados al ombligo del otro para no perder la vida. Somos dos promesas, un uno más uno que no suma más de cuerpo sobre la almohada desde hace mucho tiempo. Nos queremos como no saben los demás hacerlo, de verdad, pero sin reparos, ni espantos, ni celos. Solo con cielos p...