Me equivoqué contigo, pero nos salió bien. Hasta que las cosas se torcieron tanto que acabé lléndome por la puerta de atrás, por no arrepentirme si te veía la cara. Me daba igual lo difícil que me lo pusieras todo, porque nunca dejé de luchar por ti, hasta que entendí que en mi vida solo quiero a los que saben valorarme y me curan las heridas que me abren los demás, no a quien me abre las heridas y me las cura a la vez. Sabes, he de reconocer que lo nuestro nunca fue amor, porque el amor, bueno o malo, siempre vale la pena y yo valía mucho y tú acabaste no valiendo ni mi risa. Entraste en mi vida porque me pillaste en un momento en el que no sabía que camino tomar y tú me dijiste cuatro tonterías bonitas, y yo- como una tonta- te creí a pies juntillas. Ahora no esperes más lunes a que vuelva a redimirte, porque- sabes una cosa- no voy a volver. Yo ya no dependo de ti, ni de si me miras, ni siquiera de si te importo- que aunque te joda, lo hago y mucho-, he recuperado la libertad que me robó tu sonrisa a bocados. Espero que todo te vaya bien- no te deseo ningún mal- y que le eches los huevos que te faltaron conmigo a todo lo que hagas sin mí- pero con otras- a partir de ahora.
VECA
Comentarios
Publicar un comentario