Ha pasado el tiempo pero las cosas siguen como antes. Ella sigue rompiéndose los labios contra bocas, sigue pagando precios caros por cosas de las que a día de hoy no se arrepiente, le sigue esperando a pesar de que él no tenga la menor intención de volver.
Él la esperó y contra todo pronóstico ella jamás apareció. Él siguio como si nada, regresó a su cafetería favorita, a la calle donde se conocieron, a la calle donde nunca la olvidó.
Ella quiere dejar atrás miradas, besos y promesas, pero las esconde bajo el colchón.
Él trata de recuperar la forma que ella tenía de besarle, el sitio donde tenías que hacerle cosquillas para robarle una sonrisa o esa manera tan suya de enfuruñarse.
Se querían.
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