Recuerdas esos "te quiero en mi almohada" "eres el amor de mi vida" Pues bien, dime, ¿dónde quedaron? ¿qué fue de los para siempre? ¿de los nunca te dejaré sola? ¿o de los voy a cuidar de ti?
Fueron palabras de humo. Y lo peor es que fueron palabras que creí.
Quería volar y tú me diste las alas, el papel y boli para desahogarme. Me diste el rumbo cuando mi vida estaba en caída libre. Las manos que me arroparan por la noche. Las sonrisas que aplacaran mis dudas. La fe cuando no creía ni en mi misma. La seguridad cuando los nervios podían conmigo. La luz cuando los fantasmas solo me provocaban oscuridad. Me diste las ganas que perdí en esquinas y bares borracha de sueños que no alcancé. Me diste la inspiración que me faltaba.
Me regalaste ese "no se que sería mi vida sin ti" y yo no fui capaz de responderte que tu simple presencia me hacía ser mejor. Tú fallaste miles de veces, pero yo callé otras tantas cuando necesitabas escuchar que seguía al pie del cañón como al principio.
Nos agotamos.
Tú por vicio y yo por despreocupada. Sin saber que a vicios caros también me llevaba la palma, y que tú estabas a la cabeza de ellos.
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