
-Te cambio un sí por ese "ya no puedo". Te vacio el mundo si necesitas estar solo. Te prometo olvidarte. Te borro de mi vida. Te subasto en mi cabeza. Te quemo en la hoguera. Te vicio una vez más. Te suelto para siempre. Te devoro hasta consumirte. Te devuelvo a la realidad. Te mato y te resucito. Te entierro en mi saliva. Te hago reir hasta llorar. Las cosas van así y supongo que no vas a intentar cambiarlas ahora. Sabes, esto fue siempre un punto y aparte pero nosotros lo convertimos en una coma. Tenía que salir mal, estaba destinado al fracaso desde el primer segundo. Por eso no te echaré de menos, seguiré con mi vida y tú con la tuya. Cada uno su camino y quizás no nos volveremos a encontrar jamás. La vida en sí esta llena de imposibles, y nosotros juntos somos uno de ellos. Y sí no hacemos nada, nada cambiará. Todo seguirá como cuando éramos meros desconocidos y dentro de un par de días ni siquiera necesitaremos el uno del otro para continuar. Porque yo seguiré tropezando, cayendo y levantándome después; seguiré riendo y llorando por las mismas cosas que ahora; seguiré deseando poder sacarme el carnet de moto, independizarme y viajar; seguiré luchando por conseguir lo que quiero, por llegar a ser arquitecta, por comprarme un perro al que llamar Yocas y por vivir en Londres. No te das cuenta, esto es lo que yo quiero ser, no lo que tú quieres ser. Tú no quieres motos, ni baloncesto, ni Londres. Tienes alergia a los perros y odias viajar. Tarde o temprano esto se iba a ir al traste, era inevitable. Y sabes una cosa, tal vez tú quieras crecer ya, quieras vivir tu vida, alcanzar tu sueño, lograr tu futuro, pero ¿y ahora? Te preocupa tanto el futuro que has abandonado el día a día. Escúchame, algún día te despertarás y descubriras que has conseguido todo lo que te propusiste, pero que para ello dejaste en el camino demasiadas cosas y será tarde para volver a recuperar muchas de ellas. Hazme caso, disfruta, vive, aprovecha cada momento. Olvida por un instante tus objetivos y dime ¿qué te gustaría hacer? No pienses en nada más que en ti y responde. Mejor, ni tan siquiera respondas, simplemente hazlo. Por una vez, no hagas lo correcto sino lo que tú sientas, que puede que no esté bien pero eso qué más da mientras tú creas en ello. Cómete el miedo que te impide ser libre. Descálzate. Llora si lo necesitas. Ríe cuando quieras. Deja de respetar cada semáforo de la vida o acabarás llegando el último a todos lados. Joder, cae y ponte depies, la vida no te da segundas oportunidades. Solo vale plantarle cara a los problemas y desafiar al presente. El resto de cosas llegarán.
Comentarios
Publicar un comentario