Por muy catorce de febrero que sea, mejor sola que mal acompañada. Pues tus besos ya no le saben absolutamente a nada, tal vez solo a decepciones, a muchas, en realidad. Ni tus sonrisas le traen de cabeza. Ni pierde el culo por tus ojos azules, ni por la galaxia de lunares de tu espalda, ni tus hoyuelos. Que todas esas canciones de amor regaladas en fechas importantes han perdido la fuerza y ahora las escucha porque sí, sin necesidad de recordarte en ninguna de ellas. Ya no echa de menos tus 'buenos días, pequeña' quizás porque los ha cambiado por miles de 'hasta siempre, princesa'. Ha metido los besos que le dejaste colgados del cuello en alguna esquina y para no perder las viejas costumbres sus labios siguen rojos y sus medias más mordidas que nunca. Continua de bar en bar, con su vestido corto, arrasando y acostándose cuando el sol ya lleva despierto un par de horas. Sigue siendo una cabeza loca que no ha encontrado al capullo perfecto para compartir sus ganas de comerse el mundo. Porque te dejó claro desde el momento uno que no quería un jodido príncipe que le llevase el desayuno a la cama ni que le regalase rosas cada aniversario. Simplemente quería a alguien que le hiciese reír incluso cuando estuviese enfadada, que le sacara a bailar bajo la lluvia o le prestase su sudadera. Y al final te diste cuenta de que no eras tú, ni ella era para ti, pero siempre serás esa garantía y ese vicio caro de sus manos.
Y al final llegas a la conclusión de que la vida no es el cuento de hadas que te hacen creer cuando eres un niño. Que las películas Disney son solo eso, películas. Que los príncipes azules escasean. Que crecer es difícil. Y que solo se madura a base de golpes contra muros de hormigón. La vida en resumidas cuentas es caer y tener el suficiente valor como para levantarte despues. Tantas veces como haga falta. La vida es quedarse en la cama hasta tarde los sábados y joderte cada lunes deseando que la semana pase rápido. La vida es sacar sonrisas a los demás pero sin olvidar la tuya nunca. Creer en ti mismo, porque nadie lo hará por ti. Correr, gritar o llorar. Cuándo, dónde y cómo te de la gana. A quien le guste bien y a quien no, la verdad es que no me importa. La vida es enamorarse y desenamorarse. Es querer ser mayor cuando eres un crío y querer ser un crío cuando eres mayor. La vida es despertar muerto de sueño por las mañanas y acostarse pronto por las noches para no dormirte al dí...

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