Tú solías estar tan feliz como yo, la diferencia era que mi felicidad dependía casi por completo de la tuya. Acabé cogiéndole el gusto a tus abismos, porque en ellos aprendí a volar. Mi cama se llenó de los te echo de menos que nunca me atreví a confesarte. Llegaste y arrasaste con todo y a mí que me gusta tanto complicarme la vida... Pero a fin de cuentas si no estás aquí no será porque no sabes donde encontrarme. Este es el enésimo motivo para olvidarte, pero una parte de mí se empeña en no retroceder y continuar con este suicidio sentimental. Por eso mientras pienso en no querer volver a saber nada más de ti, me destruye el hecho de no poder verte a todas horas. Tú solías jugar y yo acepté tus reglas sin medir las consecuencias de mis decisiones. Con lo fácil que sería todo si no nos empeñasemos en complicarnos la vida... Te doy la razón, a veces no sé lo que quiero, pero estoy segura de que sea lo que sea lo tienes tú. Joder, sería tan genial estar juntos ahora que no creerías lo...
Dreamers can't be tamed