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Mostrando entradas de septiembre, 2013

Siempre por ti

Y entonces apagas la luz. No es que estés solo, es que te sientes solo. Ya no hay malas decisiones que olvidar, ya no hay sentimientos que ahogar en un vaso de alcohol, ya no hay amores imposibles, ni siquiera hay amores alcanzables. Ya no hay alas que cortar, ni espejos que deformen tu imagen. Ya no hay orgullo ni egoísmo. Ya no hay absolutamente nada. Giras en la cama. Sentirse solo es tan... tan... ¿lamentable? Has caído más bajo de lo que nunca creíste que podrías caer, siempre esperabas unas manos que a fin de cuentas te recogieran después del golpe. Pero no te queda nada. Tú y esas voces en tu cabeza que encima te han abandonado justamente hoy para que te des cuenta de lo que te han hecho perder. Quizás ahora entras en una talla 32, quizás ahora tus muñecas ni se molesten en sangrar, quizás ahora ni llores.Ya no te quedan metas, estás solo, un día tras otro, sumergido en una rutina que te mata por fuera porque por dentro ya te has encargado tu solito de destrozarte. VECA ...

Pensamientos suicidas.

¿Quieres saber por qué ella es tan dura de roer? Fácil, porque se ha llevado tantos palos que decidió coleccionarlos a los pies de su cama. Se decantó por guardar las pesadillas bajo la almohada en vez de vencerlas. Elegió no arriesgarse nunca porque estaba harta de salir perdiendo siempre. Se enamoró de todo aquel chico malo que solo iba a causarla problemas porque se cansó de esperar Romeos. Olvidó las ganas de comerse el mundo en sus anticuadas Vans. Ella se sentía diferente pero no quiso que nadie lo notara. Cambió de amistades con la misma rapidez con la que cambia de colonia. Y luego se sintió perdida. Ella había luchado por tantos que la habían terminado por defraudar que se sintió sola aunque estuviera rodeada de gente. De poco la servía ya sonreír si por dentro estaba tan hundida que apenas era capaz de ver luz. Se engañó a si misma repitiéndose una y otra vez que era valiente, porque no lo era. Porque un buen día amaneció y dejó de arriesgarse. Dejó de darlo todo, y ahora el...