¿Me puedes explicar que cojones hicimos tú y yo para no terminar cada uno por su lado como dos completos desconocidos? Porque no entiendo en qué momento te convertiste en abanderado de mis malditas guerras; ni cuándo dejé de creerme el ombligo de mi mundo para acabar dando tumbos alrededor del tuyo. O cuándo comencé a arrugarme la piel de la cara a base de sonrisas cuyo único culpable eras tú. ¿Cómo puede ser que manos enloquecieran mi paz, pero que tus besos aplacaran cada una de mis tormentas? ¿O cómo tu simple compañía suavizaba cualquier temporal de mi cabeza? Nunca creía que precisamente tú fueras lo que alguien como yo necesitara. Luego pasé a preguntarme como alguien como tú quería a un ser tan inestable como yo. Siempre obtenía la misma respuesta: merecías algo más. ¿Cómo soportaste mis malos modos? ¿O cómo no me apartabas de tu vida cuando yo te echaba de la mía a empujones? ¿Por qué me querías tan fácil cuando a mí me costaba la vida querer a alguien más que no fuera...
Dreamers can't be tamed